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Viola riviniana |
Un
paseo para ver el despertar de la vegetación
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Viola riviniana |
Esta tarde, me digo, subiré a Ulia por el Camino Zemoria,
a ver si noto la llegada de la primavera. Al acercarme veo que una señora se
empina junto al muro para meter pan, supongo que seco, bajo la alambrada de la
finca por la que se mueven media docena de cabritillas. En esto no se nota el
cambio de estación, en cualquier momento hay quien no sabe qué hacer con el pan
duro. Tampoco, con ver las celidonias floridas, que lo están hasta en enero.
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Viola riviniana |
Otra cosa son los extensos grupos de violetas floridas en
el ribazo junto a las escaleras de subida: buen signo de que ha sonado el despertador de la primavera.
Me pasan tres jóvenes, que también se habían detenido a
observar las cabritillas, comentando vete a saber qué en inglés. No parece que
les interesen las violetas. Tampoco, al que fuma apoyado en la barandilla con
ropa de albañil.
Agur y agur, nos decimos.
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Viola riviniana |
Empieza a chispear. Serán dos gotas, pienso. Hay variedad
de plantas en flor: dientes de león, cerrajas, cuajaleches, apio de caballo, oreja
de gato, fumarias, crepis, consueldas, cimbalarias. Los acantos, que florecerán
dentro de un mes, ya han desplegado sus amplias y dentadas hojas brillantes.
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Viola riviniana |
Al llegar al Paseo Arbola me detengo ante un nuevo cartel
de Natura 2000: Ulia, espacio natural (para animales y plantas). Un mapa señala
un doble itinerario para observar la variedad natural de este monte. Llega una
pareja de adolescentes, que según la hora deberían estar en algún cole. Se
paran a mirar el mapa; se sitúan en Pasajes en vez de en Gros. Les señalo la
posición. No leen la información sobre los valores naturalísticos: ellos son lo
natural.
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Viola riviniana |
El
tiempo se ha puesto tristón. Se me acerca un chucho; quizá esté interesado en las
fresas que estoy fotografiando. Su dueña le llama; como va por el otro lado del
paseo, creo que no ha llegado a fijarse en las fresillas. Mejor; a ver si
encuentro alguna dentro de un mes. Desde un mirador se distingue la casa
incendiada esta mañana: aún humea. Me vuelvo por las escaleras hacia El Rodil. Tendré
entretenimiento el resto de la tarde: nominar y encuadrar las fotos.
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Viola riviniana |
Lo vistoso y vital de la vegetación en los pétalos de las
violetas
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