Traducción

martes, 30 de abril de 2019

PICRIS HIERACIOIDES

Un paseo con colores y sonidos de tarde


Picris hieracioides
Picris hieracioides





La tarde soleada de finales de abril y el viento fresco del norte invitan a pasear por el Ulia. El paseo Arbola es un lugar tranquilo para a observar las innumerables flores silvestres de las orillas. Dejadas atrás las últimas viviendas me veo en la disyuntiva de andar hasta la cima o detenerme continuamente. Creo que podré hacer las dos cosas, dado que la tarde es larga y que hay atajos de subida.







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Pues sí que el paseo es tranquilo. Los paseantes de hoy no se detienen a preguntarme qué fotografío; es obvio: flores. Una señora sube sola hablándole al móvil. Debe de dedicarse a pintar cuadros y quiere terminar uno que le resulta complejo, según me lo hace saber por lo alto que habla. Tendrá tiempo de acabarlo antes de salir de viaje en junio. Y bla, bla, bla…







Picris hieracioides


Los espacios luminosos y sombreados del paseo y el verdor de las orillas me recuerdan otros ambientes bucólicos, máxime cuando me adentro por sendas, evitando el asfalto. En todo momento cuento con la musicalidad de variadas aves, que animan mis pasos. No sé ponerles nombre. Son como instrumentos melodiosos que sin verlos saboreo sus dulces trinos.








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Otro cantar son los sonidos que vienen de abajo. Una moto grande atruena con su fuerte ruumm, ruumm, ruumm… Otra más pequeña chirria con un penetrante riiiiinn, riiiiinnn, riiiiinnn… En unas obras, el martillo de compresor tabletea su tra, tra, tra, tra… Un tren mercancías debe de pasar pitando por el apeadero de Gros. Y de fondo, el tráfico de las calles que hace de violón de la orquesta de la vida de Donosti. Si tanto se nota desde esta ladera, ¿porqué me resulta desapercibido desde dentro?





Picris hieracioides






Ya voy camino del albergue de la cima y ahora es la música de algún aparato que deben de tener encendido los alberguistas. Una pareja está al sol hablando y tomando refrescos; una lectora tiene extendidos los pies sobre otra silla. Han trasladado el sabor acre de la ciudad a un paraje idílico. Les presentaría estas picris amargas, (picris es acre, amargo en griego) para hacer juego con la situación.







Sonidos con sabor en una tarde de primavera


Picris hieracioides