Pirámides
de flores que brotan en los sonoros senderos del Parque Ametzagaina
Ajuga pyramidalis |
Parque Ametzagaina |
Esta tarde clara de octubre es un buen momento para disfrutar
de la tranquilidad del Parque Ametzagaina. Este parque, además de caminos
asfaltados, cuenta con multitud de senderos entre vegetación boscosa que
invitan a detenerse para apreciar variadas plantas aún en flor, como estas
ajugas.
Ajuga pyramidalis |
La
vista es agradable, pero el oído está molesto. Parecería que a este paraje
boscoso le correspondería una tranquilidad silenciosa, solo animada por trinos de cardelinas y verderones. Pero no; este espacio elevado recoge los sonidos de las motorizadas
parte bajas y los amplía, sin que la vegetación los atenúe.
Ajuga pyramidalis |
Cra-cra-cra-cra,
cra-cra-cra-cra.
El puntero de un martillo percutor de las construcciones de
Martutene repite un monótono tableteo que perfora tímpanos, distancias y
serenidad. Se asemeja a una ametralladora que liquidara la tranquilidad de la zona sur del
parque.
Ajuga pyramidalis |
Buuuuuuum, buuuuuuum, buuuuuuum.
Es el sonido de fondo que produce el continuo tráfico de la carretera a Astigarraga y el más intenso ahora de la autovía del Urumea. Parece un fabordón de camiones, motos y coches que viene a enredarse en las ramas de robles, alisos o castaños.
Ajuga pyramidalis |
Tratra-tra, tratra-tra, tratra-tra, repiten los empalmes
de la vía del ferrocarril del norte.
Pasan los ocho ejes del cercanías y concluye la copla de momento.
Ahora, sin embargo, la repetición no parece acabar; debe de ser un mercancías con coches para el puerto de Pasajes.
Es la sonora sinfonía de un tranquilo parque donostiarra
donde crecen las ajugas
Ajuga pyramidalis |