Traducción

viernes, 19 de abril de 2024

MYOSOTIS DECUMBENS

 
Myosotis        No me olvides
Paseo de primavera por los arbolados de Miramón
   
Myosotis        No me olvides
    No cojo el autobús y bajo andando por el Paseo Miramón desde la Policlínica. Es una tarde soleada, con brisa de norte fresca. Voy mirando los tonos verdes del arbolado y el colorido de las flores de entre la hierba. Al comienzo de la tarde estos parajes están poco transitados.

Myosotis        No me olvides
    Parece muy lejano el ruidoso tráfico de la variante de Sanse. Se oyen variedad de trinos, que pueden ser de verdecillos, chochines, carboneros, reyezuelos, currucas y zorzales, según me dice la aplicación de aves. Me voy deteniendo a escucharlos.

Paseo Miramón
    Me viene de frente una pareja casi de mi edad; ella tocada con un gorro azulado. 
    Agur. Agur. Van en silencio. Quizá también van escuchado el canto de los pajarillos. 
    Se detienen un momento y siguen. No me cruzo con nadie más en todo el paseo.

Myosotis        No me olvides
    También me voy parando a tomar fotos de flores de ajugas, sonchos o cerrajas, aguileñas, vulnerarias, de la flor del cuclillo y ¡sorpresa! de “no me olvides”. 
Desconocía que por aquí me pudiera encontrar con estas preciosidades con nombre tan melancólico. ¿Será esa la especie?

Myosotis        No me olvides
    Al acercarme al campo de tiro con arco, dejo de oír a los pajarillos. No pueden competir con el estruendo de la circulación de la variante y de los viales de la circulación rodada. Estruendosa y constante. 
    Bajo por las escaleras hacia Anoeta.

Myosotis        No me olvides
    Junto al Urumea, los castaños de indias están en flor. De entre su follaje se expande el piar cansino de los gorriones. 
    Hay bancos desocupados y me siento un rato a descansar. 

Myosotis        No me olvides
Me traigo en el móvil colores, no me olvides, sonidos y silencios

Myosotis        No me olvides